Con la finalidad de optimizar recursos y tiempo, este año el pago de productos en el recinto se realizará a través del sistema de pago cashless.
Las pulseras poseerán un chip de almacenaje similar al de una tarjeta bancaria, podemos recargarla en los diferentes cajeros distribuidos por todo el recinto (a través de dinero en efectivo o de pagos con tarjeta), funcionando la pulsera como un monedero digital.
Tras la recarga, lo único que deberás hacer para pagar es acercar la pulsera al dispositivo que te indicará el camarero y… ¡listo, a disfrutar!
Tienes que tener en cuenta que, el dinero que almacenes en la tarjeta no será reembolsable. ¡Calcula bien lo que depositas en cada recarga!
Para cualquier posible fallo relacionado con el chip de las pulseras, hemos habilitado una caseta de incidencias dentro del Recinto.